A fondo: Telefónica

Telefónica. Con más de 120.000 trabajadores en 2017, el gigante de la telefonía española es uno de los referentes a nivel empresarial en cuanto a redes, móviles y productos relacionados con las comunicaciones. Estando implantada en España y latinoamérica con la marca Movistar y en Brasil como Vivo, también es conocida en el resto de Europa como O2.

Como acción viene de muy lejos siendo de los primeros valores cotizados pudiendo decir que el tiempo no le ha sentado bien encontrándose cotizando muy por debajo de aquellos maravillosos 30 euros. Aun así siguen siendo muchos los que la conservan en su cartera, dada su estabilidad y los dividendos que históricamente ha repartido.

Porqué compré Telefónica 

Adquirí Telefónica hará cosa de dos meses y medio y hasta día de hoy sigo teniendo confianza en la operación aun siendo el único valor con diferencial negativo de mi cartera. Al fin y al cabo es una empresa que paga 0,4 euros al año por acción, por lo que espero seguir cobrando el dividendo del 5,2% anual en caso de “verme atrapado en ella”, cosa que dudo. El principal problema que ha tenido la empresa ha sido el gran tamaño e implementación que condicionaba la toma de decisiones y las grandes cifras de deuda que tenía; en marzo era de más de 43.000 millones de euros lo que expone que aun con una reducción del 8% anual, la empresa podría sufrir financieramente de subir los tipos de interés en la zona euro como se prevé a mediados del 2019. Este último hecho también se relacionaría con un incremento relativo del poder adquisitivo en euros, lo que perjudicaría a los resultados que tuviera en latinoamérica. Estos focos de desconfianza a mi parecer se ven sobresalidos por los siguientes puntos fuertes:

  • Analizando los resultados publicados a finales del trimestre pasado, disponía de un patrimonio neto de 17.729 millones de euros, un incremento del 8% respecto a finales del año pasado.
  • Su cotización es de 38.500 millones y sus ingresos medios le dan un PER de 10,6 veces por un beneficio anual de 3200 millones de euros (un crecimiento del 7,4% interanual!). Este PER además, está por debajo de la media del sector lo que significa que las previsiones son pesimistas, de equivocarse, aparecería una rápida revalorización.
  • Si bien la deuda de Telefónica es enorme, no es mayor que la deuda de sus competidoras directas a nivel internacional. Vodafone y Telekom por ejemplo, la superan de largo.
  • Veo con muy buenos ojos el crecimiento en términos de beneficios, puesto que han venido ligados a una pérdida del poder adquisitivo de los mercados argentino y brasileño donde la empresa está creciendo a nivel orgánico a un buen ritmo a nivel relativo y donde queda mucho terreno de implementación a nivel absoluto. La divisa de estos países se encuentra en mínimos y muy mal tienen que hacer las cosas para que en cierto momento no se equipare al euro.
  • Si bien los accesos a la telefonía fija decaen a gran velocidad, inversamente se crece en fibra óptica teniendo el 59% del parque español con un crecimiento del 7% relativo a la competencia a nivel interanual. Esto conjuntamente con las compras del espectro de banda 5G (futura tecnología de internet móvil) ha comportado muchas inversiones en concursos en UK donde goza de muy buena posición.
  • El flujo de caja siempre es positivo, necesario para poder realizar las inversiones que requiere una empresa tecnológica y el crecimiento en términos de ingresos estable a nivel orgánico. La mayoría del crecimiento de beneficios viene por los recortes en gastos.
  • Está completando una transición hacia un modelo de negocio de proveedor de servicios firmando acuerdos de colaboración con las nuevas líderes del sector: Netflix y Amazon.

A mi parecer, lo que Telefónica necesita para despegar es ser una empresa más pequeña y más móvil, con menos deuda. Buscando crecer en Iberoamérica donde hay un sector menos maduro y dejar la marca O2 en el mercado alemán donde hay un duopolio y también el sector de UK que apenas genera sinergias. Y es que los directivos deben centrarse en hacer una empresa más rica y a sus propietarios, no a ser simplemente más grande.

Aun así parece que Pallete va a basar la estrategia en importar la marca O2 a otros países. En España la usará como marca low cost premium para competir con el sector que ataca MasMovil.

¿Por qué no invierto en Telefónica?

Estimado Baraut, sabes de sobra que te tengo un aprecio descomunal y tus análisis siempre me parecen dignos de admirar y tener en cuenta. Eres capaz de analizarlo todo y más y interpretar los estados financieros de una empresa un tanto diferente. Aún así, tengo que confesar que no quiero a Telefónica en mi cartera, y ahora te daré unos cuantos motivos:

  • En primer lugar, cuando invierto en bolsa (o en cualquier otro lado) mi objetivo principal es maximizar mis ahorros e intentar sacarles el mayor provecho. Y querido amigo, a primera vista podemos ver de forma fácil que esta empresa no sabe crear valo
    Cotización Telefónica a cierre del 19/06/18, perdiendo un 24% en los últimos 5 años.

    r para su accionista, todo lo contrario: en los últimos 5 años la cotización se ha dejado un 24% y ni con el dividendo de la empresa tendríamos el dinero del principio. A pesar de ello, vamos a los números.

  • Si es cierto que Telefónica está volviendo a coger buen ritmo en términos de resultados empresariales. El beneficio neto del 2015 fue de 616 millones de €, 2.369 millones de € en 2016 y el 2017 3.132 millones. Eso es muy positivo para la empresa, sí. Pero Telefónica, tal y como cuentas, tiene un gran problema: su deuda. Y si que la está reduciendo pero ha pasado de 49.161 millones de € de deuda financiera el 2015 a 44.230 millones de € el 2017. ¿No véis que un beneficio de 3 mil millones de € es ridículo para una empresa con deudas de valor de más de 44 millones de €? Además, las subidas de tipos que se esperan en los próximos años, tampoco ayudarán a Telefónica y harán aún más costosa su deuda.
  • A nivel nacional Telefónica viene de tener el monopolio del mercado. Y eso, a pesar de tener ventajas en el pasado, le está costando bastante en el presente. Y es que nuevos competidores (cómo MásMóvil), a pesar de que no se puedan comparar en nada con Telefónica, están provocando que Telefónica no ingrese tanto como podría esperar, y eso a corto/medio plazo puede ser un problema ya que su burocracia y incapacidad de adaptarse a su entorno de forma rápida puede hacer que tarde unos años en reaccionar y prepararse de buena forma para afrontar la competencia.
  • O2. Telefónica se hizo en 2005 con O2, entonces la segunda compañía de telefonía móvil del Reino Unido por 17.700 millones de libras (unos 26.094 millones de euros). Una operación por lo que a mi entender pagó demasiado y ha sido más un problema para la empresa que no una solución. De hecho, ha querido deshacerse de ella (con el objetivo de reducir deuda) en varias ocasiones pero no ha tenido éxito. Todo esto, sumado al Brexit y la debilidad de la libra en los últimos tiempos, hacen de O2 un muy mal negocio para la entidad.
  • También hay que destacar la exposición que tiene la empresa en Latinoamérica, y es que a pesar de lograr allí crecimientos orgánicos importantes, estos se están reduciendo y la inestabilidad política y de divisas del conjunto de la región no invitan al optimismo.

Para finalizar, hay que destacar que Telefónica es la eterna candidata. Año tras año siempre sale en las noticias financieras de nuestro país con buenas recomendaciones de compra. La realidad es que la empresa no está cumpliendo con lo que el mercado espera de ella. Y es que a pesar de que está cotizando a múltiples ridículos para la empresa que es, considero que no está haciendo bien las cosas y que antes de confiar en ella deberían de cambiar bastante las cosas. Mientras tanto, confiaré en otras empresas del mercado que creo que nos ofrecen mejores oportunidades asumiendo menos riesgo e incertidumbres.

 

Muchísimas gracias a todos, esperemos que hayáis disfrutado tanto como nosotros al realizar este análisis.

 

¡Hasta la próxima!

 

Miquel Cantenys y Marc Baraut.

3 thoughts on “A fondo: Telefónica”

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