En el mundo de las inversiones y los mercados financieros, todo el mundo quiere ganar cuánto más, mejor. A pesar de ello, siempre hay que tener presente nuestra aversión al riesgo y si estamos preparados para aguantar las turbulencias que puede sufrir el mercado.
Es muy habitual oír a cierta gente que lo que quiere es ganar lo máximo posible y que, además, a ellos les da igual el nivel de volatilidad a asumir si el potencial de rentabilidad es el máximo. Pues NO todo vale en los mercados financieros. Sí que es cierto que a largo plazo, y en términos generales, la renta variable es el activo más rentable, a la vez que más volátil. Eso significa que si queremos obtener los retornos de la renta variable a largo plazo, deberemos de sufrir dicha volatilidad.
A pesar de tener todo esto claro, debemos de entender y clarificar qué entendemos como aversión al riesgo, un término imprescindible para que tus inversiones estén acorde a tú persona.
La aversión al riesgo, de forma personal, la entiendo a través de dos conceptos:
- Necesidades: según cuándo y en qué cuantía se va a necesitar el dinero de las inversiones podremos determinar, en parte, los riesgos que podremos asumir con ese dinero. Si necesitamos el 100% del dinero a un año por la compra de nuestra casa, lo siento… Aunque lo quieras, la renta variable no es tu lugar. Podrías tener una parte en ella pero hay que olvidarse de poner todo ese dinero allí.
- Miedo: Fácil y sencillo. Si no vas a poder dormir por la noche si ves caer un 20% el valor de tus inversiones, olvídate, otra vez más, de poner todas tus inversiones en renta variable.
En definitiva, podríamos decir que siempre habrá algo en el mercado que nos podrá ofrecer más rentabilidad de la obtenida. Siempre. No debemos de comernos tanto la cabeza para intentar superarlo o simplemente igualarlo. Lo que sí que debemos de tener claro es cómo somos, qué es lo que tenemos y porqué lo tenemos. Hay que aceptar la realidad, mirar el presente y el futuro, diseñar diferentes posibles futuros escenarios y cuadrar tus inversiones acorde a todo esto.
Y es que a pesar de que aquí, Marc y yo nos centramos mucho en analizar nuevas ideas de inversión y de hablar de finanzas, debemos de entender las inversiones como un vehículo para conducir a tu persona y/o tu unidad familiar hacia un objetivo futuro. Y en un vehículo se debe ir a la velocidad correcta para ir cómodos y sobretodo, seguros.
Muchas gracias,
Miquel Cantenys